domingo, 20 de marzo de 2011

CUENTO DE UN PENDIENTE

Había una vez un pendiente puesto en una oreja de una hermosa dama (ironía para el que no lo haya pillado en una resaca dominguera...) que salió a lucirlo un sábado noche.....Pero empecemos por el principio, la hermosa dama se vistió con prisas, se maquilló a cien y como siempre pasa, se dejan cosas o se olvidan. El caso es que la dama con las prisas se puso los pendientes sin cerciorarse de si iban bien puestos o no...Salió de casa y se juntó con las amigas para hablar de diversos temas (que no especifico porque no vienen al caso) entre caña y caña y cubata y cubata...Pasaron las horas, y la dama fue al excusado (véase retrete) allí comprobó que le faltaba un pendiente.

Comprobó entre su melena ni entre sus ropas y tras afirmar que allí no estaba, salió fuera a comprobar por el suelo. Mientras estaba buscando se le acercó un caballero y le preguntó que le ocurría y la dama le explicó su dilema. Anonadada quedó la dama tras comprobar que el caballero había visto su pendiente en otro lugar. Ella fue junto un buen amigo para preguntarle por el lugar si estaría abierto o no para ir en la búsqueda del pendiente y la dama volvió a quedar anonadada tras volver a comprobar que este caballero también vio su pendiente y se lo entregó a los camareros. A día de hoy, la dama aún no tiene su pendiente pero está a buen recaudo.

CONCLUSIÓN: No des las cosas por perdidas sin cerciorarte antes....

http://www.youtube.com/watch?v=0hgInq9QNnE

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo!
    Además la situación fue curiosísima jaja

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